Emeric Benhalassa

Mientras buceaba por la costa de Bali, Emeric Benhalassa, un cocinero francés aficionado a las inmersiones, se fijó en un pez anaranjado que estaba 'andando' por el fondo marino. El pez, ágil y como si le hubiera invadido el espíritu veraniego de Luis Fonsi, parecía que iba literalmente pasito a pasito a través del agua.

"El pez vino hacia mí probablemente por la luz de la cámara. Era extraño y bonito a la vez, estaba seguro de que iba a gustar en Internet", dijo Benhalassa a National Geographic.

Y ya lo sabes bien, Benhalassa, ya lo sabes bien, porque el amor por este pez hizo que la revista consultara a diferentes expertos para averiguar a qué especie pertenecía. Aunque no se pusieron de acuerdo, la mayoría sugirió que podía ser un pez de género Minous. Uno de los peces más venenosos del mundo.

"Tienen glándulas venenosas en la base de sus espinas. Cuando atraviesan a su presa con ellas, el veneno es inyectado directamente en la herida", indicó Jeff Williams, especialista en ictiología del Museo Smithsoniano de Historia Natural.

Al pez, por supuesto, no es que le hayan crecido patas ni que ande. Lo que se observa son unas aletas pectorales que evolucionaron de esta forma para que pueda escarbar en el lodo en busca de gusanos y crustáceos.

Todo amor y todo veneno en sus paseos oceánicos.