Irán se convierte en el primer país en prohibir Pokémon Go
El éxito de Pokémon Go ha suscitado múltiples polémicas desde que se estrenara en todo el mundo. El videojuego de Niantic Labs ha provocado accidentes y alguna que otra leyenda urbana. Sin embargo, la controversia con el videojuego nunca había llegado a un nivel tan alto como el actual.
Pokémon Go acaba de ser prohibido en Irán, que se convierte en el primer país del mundo en censurarlo –si bien ya existía cierta restricción en Corea del Sur–.
El juego no puede ser descargado por iOS ni Android en el país de Oriente Medio, según una petición expresa del gobierno. El Consejo Superior de Espacios Virtuales iraní no ha especificado a qué se debe esta censura, si bien ha revelado que es por “problemas de seguridad”.
Teniendo en cuenta la idiosincrasia del país, podría prohibirse para evitar grandes aglomeraciones en lugares concretos o bien incitar a entrar en lugar prohibidos, algo que ya ha ocurrido en Francia con un joven que fue detenido por entrar en una base militar.
Según informaron el mes pasado las autoridades iraníes, el Consejo estaba esperando una propuesta por parte de los creadores del videojuego para llegar a un acuerdo. Pero, al parecer, este no ha llegado, por lo que se ha optado por negar la descarga del videojuego.
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En Nueva York, Indonesia y Singapur también están alerta por los problemas que puede ocasionar el videojuego.
Esta medida no es la única que se toma de este tipo sobre el juego. En Nueva York se ha anunciado una ley por la cual los videojuegos de este tipo evitarán guiar a los usuarios a zonas donde existan delincuentes sexuales registrados.
“La protección de los niños de Nueva York es la prioridad número uno y, tal y como evoluciona la tecnología, debemos asegurarnos de que estos avances no se conviertan en nuevas vías para que los depredadores peligrosos puedan aprovecharse de las víctimas”, explicó el gobernador Andrew Cuomo en un comunicado el pasado 1 de agosto.
Asimismo, en Indonesia se ha prohibido expresamente que los agentes policiales usen la app mientras están en servicio, ya que tuvieron algún problema al respecto. Y en Arabia Saudí existe una ley religiosa que prohíbe a los creyentes usar el videojuego, así como hace 16 años ya se prohibió jugar a las cartas de Pokémon por contener imágenes blasfemas.
También en Singapur se está haciendo un seguimiento de la repercusión del juego, temerosos de que pueda comportar algún tipo de comportamiento peligroso por parte de sus usuarios.
Para muchos, esto no es más que una manera de exagerar un fenómeno que, al fin y al cabo, solo es una moda. Pero también es una prueba definitiva de la trascendencia que ha tenido el juego en todo el mundo, popularidad que ya ha hecho ganar cientos de millones a los responsables y que ha vuelto a poner de moda a Pokémon 20 años después.