La banda de atracadores de élite que lleva los robos de película a la vida real
Barcelona, 5 ladrones, 48 segundos y más de 400.000 euros en joyas.
Son las 11:45 del viernes 7 y la banda de atracadores internacional Pink Panthers sale de una joyería de Passeig de Gràcia , el epicentro de artículos de lujo de la capital catalana, con el botín en la mano. Solo han necesitado 48 segundos para llevarse una variedad de joyas valoradas en más de 400.000 euro.
Están a punto de anotarse otra victoria a su larga lista de atracos perfectos, pero en la salida se encuentran con algo que no esperaban: agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional.
Tres de ellos son detenidos a pocos metros de la salida, el cuarto llega un poco más lejos, pero es capturado poco después y el último consigue salir corriendo con la pistola en la mano, pero también termina en manos de los agentes. En esta ocasión su plan ha fallado.
Los Pink Panthers solo necesitaron 48 segundos para llevarse un botín de joyas valorado en más de 400.000 euros
"Esta es la primera vez que un grupo de Pink Panthers es detenido en su integridad", apunta el comisario jefe de la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UCDEV), Héctor Moreno. Sin embargo, esta no es la primera ocasión que actúan en nuestro país.
Pero, ¿quiénes son esta banda de atracadores de élite?
1. Atracadores de película en el mundo real.
El origen del nombre Pink Panthers se remonta a 2003, cuando atracaron una joyería de la compañía Graff Diamonds en Londres. Después de escapar del lugar de los hechos, detuvieron a uno de ellos en Francia y allí descubrieron que su estrategia para esconder un diamante azul, valorado en casi 600.000 euros, era la misma que aparecía en una escena de la película de 1975 'El regreso de la pantera rosa'.
Como en el film de Blake Edwards, la novia del detenido lo había escondido en el interior de un tubo de crema para la cara. A raíz de aquello se ganaron el nombre por el que se los conoce hoy.
Desde entonces, su historial delictivo no ha dejado de crecer. Según datos de laInterpol, entre 1999 y 2015, han protagonizado aproximadamente 380 robos a mano armada, en los cuales se han hecho con botines valorados en 334 millones de euros.
Londres, Tokio, Dubai, Mónaco, Ginebra y Barcelona son algunos de los lugares en los han demostrado la eficacia de su método, como si su éxito fuese posible en cualquier punto del planeta. Por ello, son considerados la banda de criminales más organizada del mundo.
Estudian cada golpe al milímetro, con varios meses de preparación para que el margen de error sea el mínimo y así salir de allí impunes y con la mayor rapidez posible, apunta el Inspector Jefe de la Brigada Criminal, Yan Glassey, en el documental 'La historia de los Pink Panthers'.
Los 800 miembros de la banda, han protagonizado, entre 1999 y 2015, aproximadamente 380 robos a mano armada por valor de 334 millones de euros
A lo largo de los años, su figura ha suscitado una gran curiosidad. Incluso, su historia ha llegado a la televisión, con la serie 'The Last Panthers'.
Cometen los atracos disfrazados, ya sea con pelucas o trajes que les otorguen una buena apariencia. Son ladrones de guante en blanco que nunca disparan y presumen de no haber dejado heridos en ninguna de sus hazañas.
A menudo sus métodos son espectaculares. Estrellan coches de lujo para entrar en el lugar, se disfrazan de mujeres e invierten meses en vigilar sus objetivos. Huyen en helicóptero, lancha o incluso en bicicleta, detonan los coches utilizados y hasta llaman a los empleados de la joyería por sus nombres de pila, como hicieron en París. Llevan a cabo, en definitiva, atracos de película en la vida real.
Todo ello ha contribuido a gestar un cierto mito a su alrededor.
2. Un singular modus operandi.
En el documental ' La historia de los Pink Panthers', Mike, el nombre ficticio de uno de los miembros de la banda, explica el funcionamiento interno del grupo.
Cada uno de los miembros tiene una función específica, por lo que todos dependen de todos. Sin embargo, las jerarquías no acaban de estar claras debido a la ausencia de jefes visibles.
Son maestros del disfraz y ladrones de guante en blanco que presumen de no haber dejado ningún herido en cada una de sus hazañas
"Los del círculo interno se llaman familia. Pero muchos no saben quienes son sus jefes o sus socios. Hay que colaborar con ellos mucho tiempo, sobre todo en los grandes trabajos. Recibes órdenes de tu supervisor pero también hay una larga cadena de mandos. Nunca sabes cuál es tu puesto en la jerarquía porque no ves al jefe".
A sus 48 años, acumula una larga lista de atracos exitosos, que han sido posibles gracias a un modus operandi muy específico.
Una manera de actuar en la que suele haber una pieza imprescindible: una mujer. Ella es quien hace el trabajo principal, la que tantea el terreno, la que entra en el lugar, lo graba y propone un plan al resto. "Eso significa que deben ser mujeres inteligentes, guapas y a las que les guste el dinero".
Los golpes no serían posibles sin una mujer. Ella hace el trabajo principal: entra en el lugar, graba el espacio y propone un plan a sus compañeros
Para detallar cuál es su método de trabajo recuerda el que para él ha sido "el plan perfecto", el cual también tuvo lugar en Barcelona.
El objetivo era una joyería que tenía tantos diamantes como nunca antes habían visto. Pero, en esta ocasión, la forma de entrar no sería la convencional, en lugar de hacerlo por la puerta, lo harían a través del local que estaba junto al objetivo.
Entonces lo alquilaron y la mujer del equipo consiguió entrar a trabajar en la joyería. Una vez allí, observó los hábitos del propietario, las características del espacio y examinó la pared para dar a sus compañeros ideas sobre cómo derribarla y entender cuáles eran las posibles vías de escape. "Era la parte más importante del trabajo y soy consciente de ello. Cualquier fallo comportaría su caída", admite ella misma en el documental.
Y entonces llegó el día, esperaron a que llegara la noche en la que se celebraba una fiesta en el centro de la ciudad. Había correfocs - tradición que se celebra con fuego -, tambores y centenares de personas en la calle. Era el momento perfecto para derrumbar la pared que separaba los dos locales sin que nadie se enterara y salir exitosos. Y efectivamente, aquel "plan perfecto" salió a la perfección.
3. Las secuelas de la guerra de los Balcanes.
Los Pink Panthers son, en cierto modo, una secuela más de la guerra de los Balcanes.
Nacieron en el seno de la antigua Yugoslavia, sobre todo en Montenegro. Fueron testigos de la muerte del ex-presidente de su país, Josip Broz Tito, más conocido como Tito, de su desintegración y de una guerra que acabaría con todo. De hecho, gran parte de ellos combatieron en la Guerra de los Balcanes.
Con la guerra, se sembró el caos, la delincuencia y la pobreza en las calles. A finales de 1994 el régimen del último presidente del país, Slobodan Milosevic, ya estaba en su máximo apogeo y la decadencia social también.La escasez de empleo propició el auge del crimen y el contrabando.
"Nadie estaba seguro de qué traería el mañana", recuerda Mike. Por aquel entonces, él ya abría cajas fuerte.
"En secreto todo el mundo intentaba robar, engañar. Era supervivencia. No había una sola noche en la que nadie fuese herido o asesinado". De hecho, fue este mismo instinto de supervivencia el que condujo a gran parte de la población a huir hacia el resto de Europa, entre los cuales se encontraban la mayoría de criminales. Fue en ese caldo de cultivo en el que se gestó el germen de los Pink Panthers.
A lo largo de los noventa, muchos de ellos estaban motivados por hacerse con parte de la riqueza de Occidente y por el deseo de venganza que habían suscitado los bombardeos de la OTAN y las sanciones económicas. Para enriquecerse eligieron un objetivo distinto al resto de bandas procedentes de los Balcanes: las joyas y los diamantes. Lo que les atrajo, más allá de su valor, fue su fácil manejo y ocultación y la escasa seguridad a la que están expuestos.
Inicialmente, sus golpes fueron posibles gracias a la información procedente de Amberes, Países Bajos, y a su contacto con comerciantes de diamantes judíos. Pero con el tiempo se expandieron y generaron su propia red de información a través de personas que viajaban por todo el mundo, abriéndoles camino para abistar nuevos objetivos.
Su formación militar les hizo disciplinados y calculadores, expertos en armas e inmunes a la cultura violenta que emplearían en los atracos, en el caso de ser necesario. El contexto de su nacimiento les hizo aprender que el trabajo honrado no les llevaría demasiado lejos, sino que aprendieron a vivir de la trampa, del ingenio y de ser más listos que el resto. Y estas son las facultades que han forjado su carácter, el que hoy les ha convertido en una banda de atracadores única en el mundo.