La exestrella de la NFL Aarón Hernández aparece ahorcado en su celda

Aaron Hernández

Aaron Hernández se ha suicidado en su celda de Souza Baranowski, en Massachusetts. El que un día fuera considerado estrella emergente de los Patriots apareció esta madrugada colgado de una ventana con sus propias sábanas, cinco días después de ser absuelto en un juicio por un tiroteo en el que murieron dos personas.

 

 

El jugador de origen puertorriqueño cumplía desde hace dos años cadena perpetua sin opción a libertad condicional por el homicidio de su futuro cuñado, en aquel momento novio de la hermana de su prometida.

La trágica muerte de Hernández fue confirmada a primera hora de la mañana por el departamento de prisiones de Massachusetts. Los funcionarios del centro penitenciario lo encontraron ahorcado a las 3:05 de la madrugada hora local e intentaron reanimarlo mientras le llevaban a un centro médico pero era demasiado tarde. Fue declarado muerto una hora después.

 

 

Hernández llegó a tener un contrato de 40 millones de dólares por cinco años como jugador de la NFL. Fue sospechoso desde el primer momento de la muerte de Odin Lloyd, el jugador semiprofesional de fútbol americano que iba a ser su cuñado. Recibió seis balazos, aunque los motivos del asesinato nunca se han llegado a saber.

 

 

Dejando a un lado el homicidio, al ex jugador de los Patriots también se le declaró culpable en abril de 2015 de posesión ilegal de armas de fuego y munición.

La policía encontró en el bolsillo de Lloyd las llaves de un coche que había alquilado Hernández. A las pocas horas de su arresto, los Patriots rompieron el contrato. En el juicio participaron más de un centenar de testigos mientras la defensa trató de inculpar del asesinato a dos amigos de Hernandez, que también fueron acusados de homicidio.

 

 

Aaron Hernández admitió en el proceso que presenció el asesinato.

A sus 27 años no ha podido soportar más la idea de vivir hasta el fin de sus días en una celda mientras pensaba en todo lo que pudo llegar a ser. Esta vez nadie le juzgará por ello.

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