La locura del alquiler en Ibiza obliga a los médicos a vivir en un hospital abandonado

La emergencia estacional que sufre la isla cada verano da pie a todo tipo de prácticas como la de ofrecer habitaciones a cambio de sexo.

El año pasado los medios de comunicación se hacían eco de la situación insostenible que vive la isla de Ibiza. Los alquileres han alcanzado la cima de la desproporción y se han dado casos de 2.000 euros al mes por un piso de dos habitaciones.

También ofertas de dudosa legalidad como la conversión de un balcón en dormitorio improvisado a 500 euros; el alquiler de un colchón en un dormitorio compartido por otras tres personas a 400 euros e incluso la opción de dormir en en la terraza, sin derecho a cocina ni baño, por 300. Incluso anuncios que, aprovechándose de la precariead de los bolsillos y su deseperación, ofrecían una habitación gratis a cambio de sexo.

Parece irreal, pero es la situación que viven los trabajadores que se desplazan hasta la isla a trabajar y los propios residentes, que temen verse obligados a dejar el lugar donde siempre han vivido.

El último gremio en sufrir las consecuencias de estos precios han sido los profesionales médicos. El Gobierno Balear ha anunciado, como medida parche, una "solución extraordinaria": alquilar una habitación, algunas sin baño, por 450 euros al mes en el hospital abandonado Can Misses. La medida pretende evitar la fuga de los trabajadores sanitarios que, hastiados de no encontrar una vivienda asequible, terminan por renunciar a su plaza de trabajo.

 

 

 

En Ibiza no hay pisos baratos, ni tampoco médicos suficientes. El pasado año se marcharon diez profesionales médicos, justo a mitad del verano, y obligó al resto a doblar turnos para no dejar desatendidos los servicios.

 

 

En Ibiza no hay pisos baratos, ni tampoco médicos suficientes. El pasado año se marcharon diez profesionales médicos, justo a mitad del verano, y obligó al resto a doblar turnos para no dejar desatendidos los servicios. Este año tampoco pinta bien. El servicio de Urgencias se encuentra en estado crítico tras la reciente marcha de seis facultativos en pleno inicio de la temporada turística y en radiología quedan 10 plazas por cubrir. la previsión es que la fuga de profesionales prosiga.

El hospital abandonado lo gestiona una empresa concesionaria que ha logrado sacar ocho habitaciones tras una pequeña reforma, aunque el proyecto final contempla que sean doce. En ellas hay un somier, un colchón, una mesita de noche, una silla y una mesa. Seis tienen baño y las otras dos deberán usar el público que había delante de la habitación. También tienen acceso a una sala común y otra de taquillas. Y poco más.

Además, los médicos solo pueden alojarse temporalmente en las instalaciones. Para un contrato de cuatro meses, se les permite tan solo una estancia de dos meses. El Gobierno asegura que "es tiempo suficiente" para encontrar una  vivienda a un precio decente. Algo en lo que dicrepa Luis Gonzaga, de la plataforma Afectados por los Alquileres de Ibiza. Busca piso desde 2009. Ha vivido desde entonces en 13 viviendas diferentes y sigue buscando algo "decente y económico", una quimera cuando se trata de Ibiza.

 

 

 

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