Está claro que la pandemia del coronavirus, conforme se va propagando por el mundo, dejará en las personas una gran estela de dolor. Muchas historias tristes han surgido en todos los países y seguiremos escuchando más de estas historias, hasta que pase la contingencia. En Nueva York Maura Lewinger cuenta como su esposo Joe Lewinger comenzó a tener síntomas leves de Covid-19. Joe empezó con un poco de fiebre, pero nada grave, el problema se complicó cuando empezó a tener problemas respiratorios, por lo que tuvieron que internarlo.

La esposa de Joe y su familia, que vivía en Nueva York, pudo seguir en contacto con Joe a través de un teléfono celular, al cual le llamaban y hacían videollamadas para ver cómo seguía. La salud de Joe fue deteriorándose poco a poco y el médico que lo atendía habló con Maura para decirle que su esposo empeoraba a cada momento.

Al final de sus días, Maura le decía que no debía de rendirse, porque su familia iba a necesitarlo. Un día el doctor le marcó a Maura para decirle que se debía de comunicar con su esposo porque estaba a punto de perder la vida. Maura tomó el celular para hacerle la última videollamada. Maura le dijo lo siguiente: «Te agradezco por ser el esposo más increíble, por hacerme sentir valorada y amada todos los días».

Aunque ella no podía estar en el hospital a su lado, pudo estar con él mientras moría a través de una videollamada en la que le cantó la canción de su boda. La mujer presenció la hora cuando su esposo dejó este mundo por causa del coronavirus.