Para atraer a los demás es más importante el carisma que la inteligencia
El hombre ha puesto la inteligencia en lo alto de su lista de cualidades y características que más valora. Sin embargo, hay indicios de que podríamos estar sobrevalorándola. Sobre todo, si la comparamos con el carisma.
De acuerdo con la teoría evolutiva formulada por dos psicólogos llamados Grabo y van Gut, es el carisma, y no la inteligencia, la habilidad que lleva a tus seguidores a pensar que vas a ser capaz de convencer a un rango aún mayor de gente para cooperar en algo.
Es el carisma lo que lleva a tus seguidores a pensar que eres capaz de convencer a un rango aún mayor de gente de hacer algo
Grabo y Van Gut observaron que, expuestos a una personalidad carismática, la gente estaba dispuesta a dar más dinero para una determinada causa. Observaron, por ejemplo, que los sujetos que asistían a una charla TED en la que el orador tenía carisma acababan donando más dinero que ante aquellos que no lo eran. Por lo que determinaron que la gente se muestra claramente más dispuesta a cooperar con un extraño cuando éste es carismático.
En otras palabras, que cuando no conocemos a una persona, no nos dejamos impresionar tanto por su inteligencia como por su carisma.
La gente dio más dinero a los oradores carismáticos
Vale, entonces nos queda claro pero, ¿qué es exactamente lo que hace a alguien carismático?
No se trata de una característica mágica sino que se ve muy influenciada por factores cotidianos.
Para empezar, la altura puede influir en la percepción del grado de carisma. En Holanda, se comprobó que los jefes más altos eran vistos por sus subordinados como más carismáticos.
El cansancio también ha resultado ser un gran enemigo del carisma. Los investigadores dividieron a un grupo de estudiantes y a unos se les pidió que dieran un discurso después de haber tenido que levantarse a caminar, una vez cada hora, la noche anterior. Los espectadores le dieron a estos oradores privados de sueño una nota más baja en carisma que a los que habían podido descansar de forma normal. Incluso ellos mismos se valoraron a sí mismos como poco carismáticos.
El carisma no es magia, depende de factores contidianos
Y es que el carisma está muy relacionado con la rapidez mental, mucho más que con el coeficiente intelectual. La gente valora las respuestas rápidas a preguntas de cultura general. Estas respuestas suelen calificarse como ingeniosas, divertidas y carismáticas por los amigos.
De todos modos, que no cunda el pánico porque, aunque la altura y la rapidez mental sean cualidades que suelen venir de serie en las personas, el carisma se puede entrenar. Los investigadores han sido capaces de entrenar a jefes y estudiantes universitarios en cursos de 30 a 90 horas basándose en 12 tácticas propias de un líder carismático. Por ejemplo, adquirir el uso de ciertas metáforas y gestos que se han estudiado que son percibidos como carismáticos.
Sin embargo, es importante cuando hablamos de carisma, no olvidar nunca queun gran poder conlleva una gran responsabilidad...