Sedena estrena uniforme con camuflaje mejorado y difícil de clonar

Los elementos del Ejército y Fuerza Aérea estrenan uniforme de campaña. Se trata del “TE3” (transicional, estereográfico y tercera versión de camuflaje), cuya principal característica es que cuenta con un camuflaje más efectivo, que permitirá mejorar las funciones tácticas de los militares. Además, es más cómodo, tiene una mayor ventilación y es más difícil de clonar.

Luis Miguel Fernández, jefe de la planta de teñido, estampado y acabados de la Sedena, detalló que el nuevo patrón de camuflaje tiene un diseño de colorimetría estándar medio, para que se pueda mimetizar en áreas desérticas, selváticas, semi selváticas y de montaña.

“La intención de un camuflaje es que el soldado, el material de guerra, pase desapercibido con el enemigo. Entonces, si nosotros proporcionamos mimetización, ocultamiento del personal que labora en el ejército mexicano y fuerza aérea, podemos facilitar sus operaciones, porque al no ser detectado por el enemigo, pueden desplazarse, acercarse al enemigo, sin que sea detectado, y eso da una ventaja operativa.

“Cambiamos el aspecto de cuadritos, por un pixel orgánico, es decir, que tenga formas más comunes que existen en la naturaleza. En la naturaleza no hay cuadros, pero hay formas irregulares, entonces lo que tratamos de hacer es algo más similar a las formas que hay en la naturaleza”, detalló.

El capitán resaltó que el estampado de este uniforme es más difícil de clonar, debido a la superposición de sus colores, que no tienen los camuflajes ordinarios.

“En este caso todos los colores tienen una superposición, eso no permite saber cuál es primero, cuál es después. Al no tener límites, crea confusión, y esos efectos ópticos nos permiten generar un camuflaje distinto a los ordinarios”, apuntó.

Adalberto Vargas, jefe de producción de la Dirección General de Fábricas de Vestuario y Equipo de la Sedena, explicó que el nuevo uniforme tiene una mejor ventilación y es más cómodo. Además, tiene bolsas en las mangas y en las piernas, para que el soldado pueda cargar sus instrumentos personales durante sus actividades operativas.
“Tienen una tela que le llamamos “calada” que es una tela que permite la transpiración. Entonces esto permite en lugares muy calurosos la transpiración y en donde llueve, que los uniformes se sequen un poco más rápido”, destacó.

El coronel agregó que los nuevos uniformes están fabricados con la tela “ripstop” (igual que los anteriores) la cual es una combinación de algodón y nailon. Explicó que para el tejido de la tela se emplean sistemas neumáticos, que le dan una alta resistencia al desgarre.

“Esta composición de los hilos nos permite darles a nuestros uniformes la resistencia que se requiere para las actividades operativas y el confort. Por confort estamos hablando de flexibilidad, suavidad y transpirabilidad, para que el soldado pueda desarrollar sus funciones sin ningún problema”, apuntó.

Jorge Ambia, director general de fábricas de la Sedena, resaltó que este nuevo uniforme es producto de más de dos años y medio de investigación y estudios, por parte de ingenieros militares.

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