Tiene 18 años y antes de nadar en Río lo hizo para salvar su propia vida

Yusra Mardini, del equipo olímpico de refugiados, nadará en 100 metros libres y mariposa. Antes lo hizo para llegar a Europa desde Siria.

 

Yusra tiene 18 años. Hoy está en la vila olímpica de Río, pero hace menos de un año esta siria estaba cruzando el Egeo a nado para ponerse a salvo en las costas europeas.  

 Fue parte de un camino que la hizo deambular hasta por siete países distintos para escapar del infierno side la guerra siria, que ya se ha llevado por delante la vida de más de 500.000 civiles. Nadadora en Siria, cuando llegó a Alemania pudo volver a entrenar para disputar los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020.

Lo que no sabía es que el Comité Olímpico Internacional la seleccionaría paraparticipar en las Olimpiadas de Río de Janeiro con el equipo de refugiados.

Mardini empezó a practicar natación a los 3 años, en una piscina cerca de su casa en Damasco. Allí vivió hasta que la guerra destrozó su casa, la piscina en la que entrenaba y cambiaba drásticamente su vida.

 

En 2011, con 13 años, abandonó su país junto a su hermana mayor Sarah para buscar una vida mejor. La búsqueda no fue fácil, ya que para encontrar la paz y la estabilidad que hoy tiene en Berlín tuvo que pasar por el Líbano, Turquía, Grecia, Macedonia, Hungría y Austria.

En una de estas travesías, fue la natación la que salvó literalmente la vida de las hermanas y de varios refugiados más. Hace menos de un año, ambas se encontraban con una veintena de personas en un bote de no más de 6 o 7 plazas en las costa turca con el objetivo de llegar a la isla de Lesbos.

 Entonces, un fallo en el motor puso de nuevo a Yusra a prueba.

No obstante, las hermanas Mardini no iban a abandonar y se lanzaron al agua para arrastrar el bote la orilla junto a dos personas más. Los otros tripulantes agradecieron la suerte de contar con una nadadora profesional en su mismo bote.

Fueron cuatro horas nadando en el Egeo, el mayor esfuerzo hasta la fecha para la nadadora que había representado a Siria en el Mundial de natación de 2012.

A pesar de llegar sana y salva a Lesbos, en la vida de Mardini aún reinaba la precariedad. No disponía apenas de agua y alimentos y en muchos establecimientos no se fiaban de su dinero, por lo que la ruta a través de los Balcanes Occidentales hasta llegar a Alemania fue también dura.

Una vez establecida con su familia en tierras germanas, volvió a entrenar con elobjetivo de llegar en condiciones a Tokyo 2020. Mardini fichó por el club berlinés Wasserfreunde Spandau 04, con Sven Spannekrebs como entrenador. Fue él quien le consiguió la documentación oficial que acreditaba a Yusra como refugiada.

Cuando Mardini se enteró de que el COI formaría un equipo de refugiados que representaría a las más de 15 millones de personas obligadas a abandonar sus hogares, no dudó en solicitar un puesto.

El COI no lo dudó. Y Yusra podrá dentro de unos días competir en los 100 metros mariposa y en los 100 metros libres de Río. Sin duda un premio para la chica que convirtió su pasión en la única manera de sobrevivir.

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